domingo, 31 de julio de 2011

Música Balcanica y Klezmer

 
Dentro de la Danza del vientre Fusión se utiliza mucho la música gitana de los Balcanes y la música Klezmer. Una exelente opción a la hora de elegir una performance.
La música gitana de los países balcánicos, es junto a otras músicas gitanas bien conocidas, una de las joyas del patrimonio musical de los pueblos gitanos y por extensión de nuestra cultura europea. Este peculiar acerbo cultural se dio a conocer, y se popularizó, gracias a las películas d’Emir Kusturica o Gatlif, y por los cada vez más asiduos conciertos de la llamada “gipsy world music”. De esta manera empezamos a conocer bandas extraordinarias como la Fanfarria Ciorcalia, la Taraf Haïdouks, Saban Bajramovic, la gran Ezma, o la más actual y la emergente Rona Hartner con su fusión de la música gitana con la electrónica.
La música gitana de los Balcanes es eso y mucho más. En ella se aúnan diversos estilos y influencias, produciéndose una verdadera y genuina fusión entre oriente y occidente, a través de siglos y amplios horizontes. Esa gran diversidad musical gitana respira un mismo sentimiento y unos lejanos orígenes en común. Cada pedazo de los Balcanes tiene su propia música, cómo una muestra más de su originalidad y diversidad.
La música gitana búlgara es en esencia balcánica y quizás sea de las más desconocidas. Es también diversa aunque la identifica su marcado acento oriental reconocible en sus ritmos, la daranbuka, por lo “arabesco” de su sonoridad y el uso de la escala. Son poco habituales los címbalos o las flautas de su vecina Rumania, y los instrumentos rey son quizás el clarinete y el acordeón. Y aunque tiene esa evidente influencia turca y un innegable poso del folklore tradicional búlgaro mantiene en todo momento su tono singular, propio, genuino, gitano. Esta es una música por herencia, un legado cultural y a la vez oficio, con el cual miles de familias ganan su vida de manera anónima y cotidiana. Acostumbra a haber una extensa cantera de buenos músicos y sobretodo habilidosos instrumentistas que procuran seducir a su dispar público con un repertorio de amplios gustos, festivo y emotivo, y por la intensidad y rapidez de su interpretación. En cuanto a las voces gitanas, más genuinas entre las mujeres, acostumbran a ser más espontáneas y vocacionales. Por costumbre en las bandas son más habituales las voces masculinas de garganta curtida capaces de reproducir las cualidades interpretativas propias y distintas de los cantes gitanos. Estas voces muy intuitivas mantienen ecos lejanos que nos llegan desde una amplia tradición Oriental. Tienen una gran emotividad, raíz y fuerza. Y como alguien respecto a sus voces y a su música:
“su música es tierna y salvaje, tal y como lo es su pueblo”.
La música gitana de los Balcanes evoluciona dentro y fuera de sus fronteras gracias a la convivencia de esta música con otras tradiciones musicales y estilos. Modernidad y emigración marcan la pauta de esta evolución rica y quizás necesaria. 
La Música Klezmer nace en el seno en la comunidad judía de Europa del Este hace varios siglos, desarrollándose a lo largo del segundo milenio en extensas regiones de Europa, e incorporando a su vez ingredientes de música eslava, alemana, rumana, húngara, balcánica, gitana, árabe y turca.
En su origen, los músicos klezmer eran trovadores que recorrían grandes extensiones como artistas ambulantes para ganarse la vida, desplazándose de aldea en aldea y realizando actuaciones en tabernas, en la calle, en teatros, en casamientos tanto judíos como cristianos, en las cortes de la nobleza y en fiestas familiares.
La gran emigración de judíos europeos a América, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, hizo que la música klezmer hiciera base en los Estados Unidos, donde toma ingredientes del jazz, pero su difusión languidece, y luego, incluyendo los periodos de las dos guerras mundiales, el klezmer sufre una ausencia de varias décadas.
Luego de la casi desaparición de esta música por muchos años, al final de los ´70, se produce una revalorización de la Música Klezmer ; cuando músicos de jazz no judíos comienzan a interpretar e investigar este género musical, tales como el famoso clarinetista Don Byron, que integra la mundialmente conocida Klezmer Conservatory Band, fundada por Hankus Netsky, orquesta referente del renacimiento del Klezmer.
Hoy en día, el Klezmer es un género de moda en todo el mundo. Los festivales se multiplican en Europa y cautivan a los más diversos públicos. Los músicos fusionan cada vez más el Klezmer con la música gitana, balcánica, el jazz, el tango y cualquier otro estilo, barriendo límites. 

Escuela Gia Anjana
giaanjanafusion@gmail.com



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